sábado, 4 de julio de 2009

30 % del tiempo de una clase en poner orden.















En otra época decíamos ”Chocolate por la noticia” En una consulta realizada a docentes de veintitrés países se concluye que un docente en promedio utiliza un 30% de su tiempo de clase en poner orden. En la nota publicada en Crítica de la Argentina, profesores de nuestro país consideran que ese porcentaje es mayor y cercano al 50%.
¿Por qué ocurre eso?
Desde el punto de vista docente lo primero que sucede es culpar a la falta de educación básica en los hogares, a los medios de difusión, a la pasividad del sistema educativo, en donde parece que los consejos de convivencia son instancias para decirles a los chicos:”nene pórtate bien por favor”.
También hay que hacer notar la nefasta influencia del llamado psicologismo ,no de la psicología valiosa e importante ciencia y que ayuda mucho en el proceso educativo.
Nos referimos a esas posturas demagógicas en las cuales siempre se culpa al profesor en cualquier situación. En ella la base fundamental de su pensamiento es “por algo será” de recuerdo tan triste en nuestra sociedad.”Lo insultó, pero hay que ver que le dijo el docente”.
Y no es cuestión de justificar ciegamente al docente, de echar culpas, en este blog dijimos que es algo de lo que aborrecemos.
También se podrá esgrimir el hecho que un docente no esté preparado para conducir un curso, no tenga dominio, eso pasa y pasó siempre, pero la nota mencionada y la experiencia se generaliza en casi todos los cursos y colegios del país y del mundo, por supuesto que acentuado en algunos y sin grandes dificultades en algunos otros.
¿Qué soluciones se proponen? Obvio que es algo muy asentado y duro de cambiar. Pero el orden (que no es una mala palabra) debe basarse en:
Respeto mutuo entre alumnos y su docente.
Normas claras y severas de disciplina. Un insulto o una agresión sea de quien sea no se soluciona con un “me arrepentí”.
Autoridad moral e intelectual del docente. Un docente que domina ampliamente su asignatura, que trabaja bien, se gana respeto entre sus alumnos.
No a la demagogia, al profesor compinche, amigo. El alumno tal vez esté muy contento en ese momento, pero en el futuro verá que ese comportamiento provocó un déficit en sus aprendizajes y en sus actitudes ante las dificultades.
Y por supuesto:
Apoyo total de las Autoridades , tanto del colegio como del sistema político.
Apoyo de los Padres. Es natural que ante cualquier situación ,en primera instancia defiendan a sus hijos. Pero que analicen y se interesen profundamente por cada situación. Ellos también son muy importantes aliados en la formación integral de las personas que son sus hijos y no son enemigos del docente.
Sabemos que es difícil, pero la situación puede cambiar para mejor.