viernes, 30 de diciembre de 2011

Calificaciones finales y redondeo.






Siete en el primer trimestre, seis en el segundo, siete en el tercero. Promedio del año escolar: 6,666666.
Redondeado 6,67.Tal como enseñamos, el redondeo lo hacemos en el último dígito, en donde hacemos el corte. Los promedios escolares llevan dos decimales. La costumbre es por lo menos en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, dejar en el ejemplo mencionado 6,66. Pero sí se siguiera la regla matemática, como el número que sigue al segundo decimal es mayor que 5, se debe aumentar el segundo digito en uno, entonces el promedio debería ser 6,67.

Resumiendo: promedio en los registros del colegio: 6,66. Promedio aplicando la regla matemática: 6,67.
Es decir lo que se hace en realidad es escribir textualmente los números tal como lo indica el promedio sin redondeo alguno. Cortamos en el segundo decimal y escribimos los dos decimales tal cual los vemos.

Lo comentado es incoherente con lo que enseñamos. Con toda razón un alumno puede quejarse:”Me enseñan en las materias que sí el último decimal es 5 ó más debo aproximar aumentando en uno el último dígito. Y con los promedios de las notas del colegio no se sigue ese criterio”. Aunque sinceramente nunca escuché esa queja. Lo que no quiere decir que es un tema a considerar.

¿Es tan importante la diferencia?
En cierto modo sí. Un alumno que tiene muchas aproximaciones en menos como la ejemplificada, reduce en algunas centésimas su promedio general ¿Y sí por ejemplo son las qué le faltan para llegar a un promedio exigido de todo su secundario-por decir algo 8-que le permitiría obtener una beca para un estudio superior o para ingresar a trabajar en una empresa?

Se aclara que esta situación se da en muchos colegios, no se puede asegurar sí en otros se realiza el redondeo correcto. Tampoco se tiene certeza sí el tema está presente en alguna reglamentación.

Por lo menos en las libretas de calificaciones de algunos colegios, en su última página hay un “ayuda promedios “de las épocas en donde no existían las calculadoras (aunque para estas cuentas no hay que ser un genio o una genia, pero bueno, hay quien enseña otro tipo de materias y se le dificultan estas operaciones).

En la página de las libretas comentadas, una tabla muestra por ejemplo: suma de notas de trimestres 26. A dividir por 3 resultado: 8,66 (no 8,67)

En síntesis:
No podemos enseñar algo y en la práctica hacer lo contrario en el mismo colegio.
Un tema que parece menor pero que tiene su importancia.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Una gran científica, una gran persona.












Eugenia Sacerdote de Lustig se hizo conocida para el público masivo por tomar el colectivo de la línea 80 todos los días para ir a su trabajo en una edad en la que la mayoría ya está jubilado. Dicha empresa de transporte la homenajeó declarándola Pasajera Ilustre.

La vida de Eugenia es ampliamente recordada en los medios en estos días: nacida en Turín, médica como su célebre prima Rita Levi Montalcini-Premio Nobel de Medicina-debió abandonar Italia por las persecuciones antisemitas del fascismo.

En Argentina trabajó en la cátedra de Histología de la Facultad de Medicina de la UBA.

Fue pionera de la investigación con tejidos in vitro. Trabajó duramente en la lucha contra la poliomielitis.

Investigó sobre el Alzheimer y enfermedades oncológicas.

Fue Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y hacía pocos días había recibido la Medalla del Bicentenario que otorga el Gobierno Argentino.

Eugenia falleció el domingo 27 de noviembre a la edad de 101 años.

La Doctora Eugenia Sacerdote de Lustig será siempre un ejemplo para todos los argentinos.



La imagen que antecede esta entrada corresponde a la edición on line del diario Página 12 del miércoles 30 de noviembre de 2011.