miércoles, 28 de octubre de 2009

Primera y estruendosa práctica docente.



Y esta vez siguiendo con el rumbo de este blog que es justamente no tener ninguno, tal como lo señala la presentación del mismo, les narro una historia personal.

Primera práctica docente como estudiante en el entonces Instituto Nacional Superior del Profesorado Dr Joaquín V Gonzalez de Buenos Aires.
La escuela asignada: el Normal n°4 del barrio de Caballito.
Tema óxidos. El colegio disponía de aulas-laboratorios, en donde había una mesada para trabajar y los alumnos se ubican en asientos en disposición tipo anfiteatro.

Muchos nervios. Una de las demostraciones es la reacción de formación del óxido de sodio y su posterior combinación con agua.
Se corta el metal, muy blando, se coloca en la cuchara de combustión. Se calienta en mechero y luego se lo vuelca en un vaso de precipitados con agua. ¿Y qué ocurre?

Sí, correcto. Una fuerte explosión: el sodio reaccionó violentamente con el agua formando hidróxido de sodio. Algo que no tendría que haber ocurrido de hacer las cosas correctamente.
Al calentar el metal se forma el óxido que con agua produce sin estridencias el mencionado hidróxido.
Pero claro no se calentó lo suficiente para oxidar todo el metal y restos de sodio metálico que no se oxidaron reaccionaron de la forma antes mencionada con el agua.

Al terminar la clase, mi primera clase, me retiré cabizbajo como resignado a que las severas profesoras del Instituto me dijeran que volviera el año próximo.
Pero tal vez la compasión, o la comprensión que todos los principiantes cometen errores, hizo que me realizaran la crítica correspondiente haciendo hincapié en que reflexionara en donde estaba la falla para no repetir el error en el fututo.
Algo seguro me dejó esta sonora experiencia que lo transmito a los actuales estudiantes de profesorado de Química: asegurarse bien de oxidar todo el sodio antes de la reacción con el agua.

viernes, 23 de octubre de 2009

Lenguaje cotidiano y lenguaje científico (II).


Unas entradas atrás mencionamos las diferencias entre algunas expresiones de la vida cotidiana y las respectivas versiones en el lenguaje científico.
También aclaramos que desde el punto de vista cotidiano y popular no nos ponemos en exquisitos ya que es el uso continuo es el que hace aceptar a esas palabras o expresiones independientemente de su validez desde el punto de vista estricto de la Ciencia

Entonces aquí se mencionan algunas expresiones más que complementan la publicación anterior:
“Azúcar o edulcorante” dice el mozo al traernos un café. En realidad los dos son edulcorantes o endulzantes, el azúcar sacarosa (el usado comercialmente) , extraído de la caña de azúcar y de la remolacha azucarera es entonces un edulcorante natural; los otros que nos ofrecen en un bar o que compramos en una dietética son edulcorantes artificiales (por ejemplo sacarina, aspartame, ciclamatos).

Es muy común referirse a la falta de aire para respirar, quien en realidad interviene en el proceso de respiración es el oxígeno O2, presente en un 20% en el aire. Medio habitual de donde lo toma nuestro organismo.

Y hablando del aire y del oxígeno. Los peces respiran, lo hacen por branquias. Y a pesar de algunas confusiones por ese hecho consumen oxígeno gaseoso O2 disuelto, y no el oxígeno que está formando parte de la molécula de agua H2O.
Caso similar cuando se dice que las aguas de algún río, lago, laguna, tienen un déficit importante de oxígeno; es en referencia al O2 gaseoso disuelto e indispensable para todo tipo de vida acuática y no significa que el H2O esté perdiendo el oxígeno unido al hidrógeno en su molécula.

En una entrada anterior mencionamos al plomo. Sí bien es conocido como un elemento pesado (su masa atómica es 207, comparar con la masa 57 del hierro) ese término sería válido al referirse al elemento, pero no a la sustancia simple plomo (la que manejamos en la vida cotidiana). El peso es una propiedad extensiva depende de la cantidad de materia, 100 Kg de plomo hacen pesada tanta cantidad de ese metal y 10 g de plomo haran que se tenga una cantidad liviana. En estos casos el concepto correcto es: el plomo es un metal muy denso.

La plancha consume mucha energía y en general es muy cierto, pero desde el punto de vista físico sí queremos ser exquisitos la energía no se crea ni se consume: se transforma según el principio de conservación. Así la energía eléctrica sí es la que consume la plancha y la transforma fundamentalmente en otro tipo de energía: la calórica.

“En lugares de bajas temperaturas se agrega sal al agua para disminuir su punto de fusión y por ejemplo evitar accidentes de tránsito”. En realidad el punto de fusión del agua (pura H2O) es siempre el mismo (0°C a presión atmosférica normal) .Sí se agrega sal se convierte al agua en una solución acuosa y sí se le agrega sal a una solución salina, se convierte esta solución en otra más concentrada.

Una respuesta muy común entre los estudiantes que recién se inician en estas ciencias, al preguntarles sobre la composición del aire, es mencionar entre los principales componentes al dióxido de carbono. En realidad su porcentaje en masa en el aire es de aproximadamente 0,03%, lo que ocurre que ese valor se duplicó respecto del existente hace un siglo y de ahí su constante mención en todos los ámbitos relacionados por los efectos conocidos y tal sea la causa de la confusión señalada.

viernes, 16 de octubre de 2009

Dos Premios Nobel Argentinos y un Gran Profesor.




Cuarto año del profesorado de Química en el Instituto Nacional Superior del Profesorado “Dr Joaquín V Gonzalez”.
Era 1984 y un esperanzador aire respiraban nuestros pulmones: estábamos en democracia y con un gobierno que nos daba muchas expectativas positivas.

En un momento de una de las primeras clases del año entran los rectores normalizadores, quienes ocupaban el cargo mientras se reorganizaba el sistema que llevaría a la elección democrática de las autoridades del Instituto.
El profesor que nos estaba dando clases en la materia Fisicoquímica de 4to año (Termodinámica, Equilibrio Químico, no confundir con los elementos de fisicoquímica iniciales en el estudio de estas ciencias en el secundario) les comenta a las provisorias autoridades (obvio que no recuerdo exactamente pero en esencia era una frase más o menos así) “Yo fui miembro del Consejo de Ciencias Exactas en la Noche de los bastones largos, debí irme del país y estuve en Harvard trabajando e investigando. A los visitantes del aula se les notaba la admiración.
Era el Dr Naum Mittelman un profesor sencillo, humilde y grandioso en el aula. Que podía hacer que el tema más difícil lo entendamos sin dificultades y enseñando en un ritmo universitario. Un verdadero lujo.
En ese mismo año, obvio en estudiantes de profesorado de Química, nos conmovimos con el premio Nobel de Medicina otorgado a un Químico, egresado de Exactas, el Dr Cesar Milstein.
La tarde de ese suceso le pregunté ingenuamente ¿Lo conoce a Milstein?
¡Fue mi alumno en Exactas! respondió el Dr Mittelman con un justificado orgullo.
Con el tiempo supe, él nunca lo había comentado porque dedicaba el tiempo a sus clases en un ciento por ciento y no a hablar de sus laureles, que fue uno de los pioneros de la Fundación Campomar junto a uno de los más grandes científicos argentinos: el Premio Nobel de Química 1970 Dr Luis Federico Leloir. Ambos trabajaron juntos desde los tiempos en que la Fundación ocupaba una casa en la calle Julián Alvarez.

Y para terminar una anécdota: en una clase nos dice:” les voy a dar unos puchitos, una serie de pequeñas acotaciones de varios temas. Y ya que estamos, a ver sí alguien encuentra el significado de ese término pucho”.
Ya en casa lo busqué, es una palabra quechua y se refiere al resto de algo, a una pequeña cosa. Y lo interesante que hay muchos términos en ese idioma que utilizamos como cancha o el erróneamente creído como del lunfardo pilcha.
Por supuesto se lo comenté al Dr y el muy interesado y contento me dijo”hoy Ud me enseño algo a mí” Por supuesto que yo quedé infinitamente feliz.

El Dr Naum Mittelman un grande de la Educación y de la Ciencia Argentina.

sábado, 10 de octubre de 2009

Saturnismo.


En el lenguaje de Buenos Aires, plomo es sinónimo de persona molesta, también se aplica a espectáculos aburridos. A veces se remarca su significado usando un aumentativo, con lo que se convierte de sustantivo en un adjetivo muy utilizado en el lenguaje oral “es un plomazo…..”
Es un contaminante que ingresa al organismo formando parte de compuestos orgánicos a través de la piel. También lo hace por la respiración y por vía oral.
Su acumulación en la sangre produce diversos trastornos: diarrea, gastritis, insomnio, problemas renales, trastornos neurológicos y psiquiátricos entre otros. Afecta en mayor medida a los niños con efectos nocivos en su crecimiento agravado el hecho por absorberlo en mayor proporción del aire que los adultos.
Su eliminación exige un tratamiento lento prolongado. Además es indispensable terminar el contacto con el medio que provee el metal.
Su exceso en sangre era una enfermedad profesional de los obreros gráficos, por lo que su tarea estaba incluida en el régimen de trabajo insalubre. Los linotipos de impresión a altas temperaturas impregnaban el ambiente de ese metal. La enfermedad se llama saturnismo, y la conversión de la industria hacia la informática terminó con ese grave problema.

En el Imperio Romano se consumía vino en vasijas de plomo el cual se disolvía en la bebida y provocaba una alta concentración en el organismo del metal. También se agregaba plomo en virutas al vino porque endulzaba el sabor agrio que podía llegar a tener éste. El término saturnismo tiene su origen en las celebraciones que se denominaban Saturnales, en las que se ingerían grandes cantidades de vino en recipientes como los mencionados.
Se especula que los comportamientos de ciertos emperadores (Nerón, Calígula) podrían ser causa de la enfermedad señalada.

También en el aire la concentración de plomo se ve incrementada por aditivos de este metal que se agrega a las naftas, con el fin de mejorar el poder antidetonante de las mismas (medida por el conocido índice de octano u octanaje).

La noticia de hace unas semanas es que en nuestra ciudad se erradicará el cementerio de autos del barrio de Villa Lugano, una fuente inmensa de plomo que habría provocado que mucha de la gente que vive en las inmediaciones tenga un alto porcentaje del metal pesado en sus organismos.
Por lo menos una vez se puede mencionar un hecho positivo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Consejos que no nos interesan.


Cada tanto mencionamos las frases, consejos y demás, de aquellos que tienen títulos, cargos o que se dedican a referirse a cuestiones educativas, pero que nunca se mancharon la mano con una tiza (o se ensuciaron con tinta de un fibrón en colegios un “poco más modernos”).
Esos que escriben artículos o libros supuestamente sobre temas educativos, los que cada tanto inventan palabras (pareja pedagógica, repitente, áulico, etc).
Y esos que nos explican cómo debe ser nuestra tarea.
Obviamente que no se cae en la injusticia de la generalización, es un grupo grande pero no todos, he conocido gente muy valiosa e importante cómo guía y asesora de nuestra tarea. Por nombrar alguno, Hugo un asesor pedagógico de primer nivel de un colegio estatal de la zona de Caballito.

Pero volviendo a lo anterior, uno de los sabios consejos de esta gente es ”Las clases tienen que ser divertidas”.
Obvio que es lo que todos deseamos ¿Pero cuántas personas se divirtieron aprendiendo en sus clases del secundario?

Seguro que una clase monótona, pura exposición, sin recursos gráficos, experiencias, participación activa del alumnado, analogías con la vida cotidiana, será aburrida.
Pero nada garantiza, ni tiene necesariamente que ser una buena clase divertida ¡Será la cultura de la multimedia! Vemos en TV los noticieros que informan sólo un pequeño porcentaje de su tiempo, lo demás son informes pseudo humorísticos. Imitadores en casi todos los programas periodísticos de radio. Secciones de chimentos en casi todos los diarios.
Primero la diversión.
Cuándo UD estudiaba amigo internauta ¿se divertía?
Contesto con mi experiencia, no era precisamente un goce intelectual el estudio, pero el placer en entender un tema, en resolver correctamente un problema, en recibir una prueba con una buena calificación, eso sí era una gran satisfacción que compensaba el esfuerzo y la no diversión que significaba en llegar hasta esos resultados. Y lo más grande de todo: el camino cumplido, el recibir un título.
Y para divertirse había y hay muchas opciones una vez superadas las a veces aburridas y densas exigencias de los estudios, pero que sí las cumplimos con éxito nos llenan más que con diversión con una gran felicidad.
(Post dedicado a todos los seguidores, los formales que tuvieron la deferencia de registrarse aquí a la derecha y también a los amigos y compañeros que siempre me hacen comentarios, sugerencias, críticas -en este caso interesan y mucho-y sobre todo se toman el trabajo de leer cada entrada, como Alicia Zabala, Jorge Papasaba y Jorge Cernadas ¡Muchas Gracias!)

jueves, 1 de octubre de 2009

Lenguaje cotidiano y lenguaje científico.







Hay veces que en el lenguaje cotidiano se emplean expresiones que son incorrectas desde el punto de vista físico o químico. Pero no podemos ser tan exquisitos, en ese contexto se pueden considerar esos dichos como correctos ya que su uso continuo los hacen válidos, por supuesto en el ámbito comentado. Ejemplos: los locutores adeptos a los eufemismos reemplazan agua por “el líquido elemento”, tal vez acorde con lo de los cuatro elementos fundamentales:”agua, aire, tierra y fuego”.Cualquier chico de primaria sabe que el agua es una sustancia formada por los elementos hidrógeno y oxígeno.
Algo similar ocurre con el término peso, todo se pesa la fruta, las personas, el pan. En realidad cuando se usa una balanza se determina la masa del material; el peso es la fuerza con que la gravedad del sistema (en este caso la Tierra) atrae a ese material hacia el centro del planeta. En otro sistema, la Luna por ejemplo, la masa de ese material es la misma (su estructura material es la misma), lo que varía es el peso ya que la atracción gravitatoria es menor.

Otro ejemplo clásico: “la vela que se apaga luego de unos segundos de taparla con un vaso o campana” .Se apaga porque…………al quemar la cera produce dióxido de carbono que en unos segundos envuelve la llama y la extingue. Generalmente se responde que se consume el oxígeno por la combustión en un sistema cerrado y la vela se apaga, pero sí se colocara una velita como la de una torta de cumpleaños en un sector alejado de la vela, ésta seguiría ardiendo porque hay oxígeno en ese sector, aunque la vela mayor se haya apagado.

“Hierve el agua de la pava y nos damos cuenta por el vapor que sale profusamente del pico”. Verdad en parte, es vapor con gotitas de agua en su interior, es en realidad una niebla. El vapor de agua es invisible. Todos los días escuchamos en el parte meteorológico el porcentaje de humedad ambiente (una medida de la cantidad de vapor de agua que hay en el aire). Y la humedad molesta, es “lo que mata” como dicen los porteños” pero el vapor de agua no se ve, es invisible ¿Acaso en la habitación en dónde
estamos se ve vapor de agua? No. Sin embargo hay humedad como en todos lados.

“El vidrio se empaña por la diferencia de temperatura entre el interior de una habitación caliente y el vidrio frío”. En parte cierto, pero en un baño al circular agua caliente de la ducha chorrea esa sustancia sobre los azulejos no fríos. En realidad el vapor de agua pasa al estado líquido por compresión al chocar contra la superficie del vidrio. Al disminuir la temperatura ese proceso se hace más evidente. El agua se encuentra por debajo de su temperatura crítica (temperatura por debajo de la cual una sustancia pasa al estado líquido sólo por compresión).Y por eso al chocar contra la superficie de un vidrio o de un azulejo se condensa. El oxígeno o nitrógeno, los dos principales gases atmosféricos, se encuentran por encima de sus temperaturas críticas, por cierto muy bajas y habría que enfriarlos hasta esos valores para que se puedan licuar al chocar contra un vidrio o pared.

Al dejar abierta una botellita de agua oxigenada su contenido se evapora. En realidad se descompone en agua y oxigeno O2, el cual pasa al aire quedando agua H2O en el frasco original. Se evaporaría sí los vapores fuesen de la misma agua oxigenada. Sí se evapora una sustancia, los vapores que se forman son de la misma composición de la sustancia original (ejemplo el agua H2O).


“En toda combustión se combina un combustible con el oxígeno que es la sustancia llamada genéricamente comburente en esta reacción”. No siempre: la síntesis del cloruro de hidrógeno por reacción entre el hidrógeno H2 y el cloro Cl2 se la considera una combustión ,siendo esa última sustancia (Cl2) el comburente y el hidrógeno el combustible. La reacción origina el cloruro de hidrógeno HCl gaseoso que luego absorbido en agua forma la solución de ácido clorhídrico.

“El ácido disuelve al metal”, por ejemplo cuando se coloca una granalla de zinc dentro de ácido sulfúrico. Visualmente es similar a como se disuelve un terrón de azúcar en agua, pero en realidad este último es un cambio físico, el azúcar se hidrata pero sigue existiendo como tal en solución; en cambio el zinc se combina con el ácido y forma un nuevo compuesto, se trata entonces de un cambio químico.

“El efecto invernadero es uno de los principales problemas ecológicos del planeta”.El efecto invernadero es positivo, sin él las temperaturas tendrían extremos similares a los de la Luna o Marte; lo que es nocivo es el incremento desmesurado de ese efecto, lo que provoca un aumento en la temperatura promedio del planeta y los consiguientes desajustes en sus especies, derretimiento de glaciares, aumento en el nivel de los mares, etc.

Repetimos no nos queremos hacer los exquisitos, una cosa es el lenguaje familiar, popular, de los medios y otro el lenguaje científico.
El primero está atado a los usos y costumbres , el segundo rigurosamente a la realidad científica.