lunes, 9 de febrero de 2009

Sobre culpas e integradoras.

Es muy común al iniciar el ciclo lectivo. Hacemos una revisión de temas de años anteriores de la misma materia o de otras materias relacionadas.
A veces estas actividades incluyen una prueba. Todo ello es el famoso "diagnóstico".
Los resultados: generalmente malos. Salvo excepciones, los alumnos no responden correctamente preguntas básicas o no pueden resolver un ejercicio sencillo. En mayor o menor medida nos ocurre a todos.
¿Cuál es la explicación más sencilla de algunos docentes? "La culpa la tiene el profesor (o profesores) del año anterior". El clásico "infantilismo": echar la culpa de todos los males a los demás; no pensando que ese dedo acusador también se puede volver contra uno mismo (la situación narrada también seguramente se da en otros cursos en los cuales se encuentran alumnos que lo fueron de ese docente en el año anterior).
Es común que con el pasar de los días, muchos de los alumnos ya estén "en tema" y con el ritmo propio del año escolar, recordando que el mencionado mal rendimiento inicial, se da paradójicamente en muchos de los mejores alumnos, ya que estuvieron casi cuatro meses de vacaciones.Otros por tener que haber rendido en el verano la materia del año anterior relacionada con la actual, tal vez tienen esos conocimientos "más frescos".
¿Y qué hacer al respecto?
Lo ideal sería que esos buenos alumnos que aprobaron durante el año,repasen en las vacaciones, pero ya estamos incursionando en el terreno de las utopías.
Hay algo más simple: sí los alumnos no responden correctamente en estas evaluaciones, es porque esos conocimientos están muy débilmente incorporados en su intelecto.
Y para que eso no ocurra es indispensable que cada tema se practique profusamente durante el año, aún en desmedro de no terminar el programa y sacrificar algunos contenidos.
Y fundamentalmente, que un tema no se termine en la correspondiente prueba escrita, que se incorpore a los temas que siguen, que no se pierda la práctica del mismo.
Y también sería positivo que se establezcan pruebas trimestrales, integradoras, de mitad y fin de año, con calificaciones aparte y que se promedien con el resto de las notas.
Son ideas, propuestas que se elaboran, porque quien escribe vive las situaciones que se narran en estas entradas, y no lo hace desde la soberbia de creer saberlo todo.
Porque por encima de todo, reflexionar sobre nuestro propio trabajo, es lo que nos conducirá a hacerlo cada día mejor.