sábado, 14 de febrero de 2009

Patente para insultar

Ya de por sí nuestra tarea tiene algunos aspectos ingratos. Ahora para peor se suma otro.
Las llamadas redes sociales, en especial una que es el boom del momento. Sí esas que permiten encontrarse con viejos amigos, con compañeros del secundario, encontrar a familiares de los que no sabíamos hace décadas. Algo que en otra época era casi imposible. En la mayoría de los casos nunca se llegaba a saber de aquellos con los que habíamos compartido momentos tan importantes de nuestras vidas.
Muy bien ¿Cuál es el problema?
Que justamente hay ex alumnos de colegios que crean grupos dentro del sitio,en donde comparten viejas anécdotas, planifican reencuentros y en muchos casos recuerdan con nostalgia y cariño los docentes con los que compartieron esos años de sus vidas.
Pero no todo es así, estamos en Internet. Entre los participantes de esos grupos hay algunos (que son minoría) que se dedican a insultar, agraviar, injuriar; fundamentalmente a profesores de esos colegios. Lo hacen con una alta dosis de odio y resentimiento .
Esos comentarios son leídos justamente por la comunidad del colegio, entre ellos los alumnos actuales, lo que genera más angustia en el docente.
Una perlita más de lo difícil que resulta hoy en día dedicarse a esta profesión.
Y como última acotación las personas que insultan son generalmente de edades rondando los treinta años, en algunos casos confiesan ser casados y con hijos y estamos hablando de varones y mujeres. Es decir lejos de ser adolescentes rebeldes."¡Gente Grande!", se decía en otros tiempos. Reitero: quienes obran de esa manera son una minoría, muchos más son personas que se inscriben en esos grupos, entusiamados con la idea de encontrarse con ex compañeros y amigos, pero no participan de esos foros. Y también hay muchos de ellos que participan y que tienen un buen recuerdo de su escuela, compañeros, profesores, directores, preceptores, etc. Son como muchos de los que nos saludan en la calle, el colectivo, o en el mismo colegio cuando vienen a hacer un trámite.
Y sí alguién tiene una crítica, algo que le quedó de hace tiempo, puede expresarse, pero sin perder el respeto y la buena educación.

Y como corolario y con respecto al núcleo central de esta nota (los que se dedican a ofender e infamar), una queja más para nuestro sistema educativo (y que nos concierne a todos):en algo falló, es él quien formó a esas personas.