lunes, 3 de enero de 2011

Amoníaco.









Hace unos cuantos años una publicidad televisiva tenía un jingle muy pegadizo, como ocurre muchas veces. Era algo así “ene hache tres que bueno es ……………. “La memoria no me juega una buena pasada para recordarlo completo. Los chicos cuando mencionábamos esta sustancia en clase enseguida tarareaban esa canción. El poder de la televisión que le dicen.

Ese producto limpiador hogareño lleva como marca la fórmula de una sustancia inorgánica muy importante en la industria: el amoníaco.

Esta sustancia existe en la naturaleza, pero además se la puede sintetizar por el proceso Haber Bosch

N2+3H2<=>2NH3

Dos sustancias simples fáciles de obtener hidrógeno y oxígeno, del agua y del aire respectivamente; se combinan a alta presión y temperatura para producir amoníaco (además el proceso es en presencia de catalizadores).

La producción en gran volumen de amoníaco ayudó a aumentar la productividad de las tierras y el consiguiente aumento en la producción de alimentos pero vaya paradoja a partir del amoníaco también se obtienen derivados nitrogenados como nitratos, nitroglicerina y TNT usados como explosivos.

Importante dejar en claro que el amoníaco es un gas (punto de fusión -33ºC y punto de ebullición -78ºC) a temperatura ambiente y lo que conocemos como amoníaco líquido en rigor es hidróxido de amonio NH4OH.Su olor es muy fuerte y penetrante y al ser inhalado puede producir grave consecuencias en el sistema respiratorio.

El amoníaco se lo usa como fertilizante por ser una fuente de nitrógeno para los suelos, ya sea de manera directa o a partir de sus derivados.

Se emplea también en la industria textil, la de plásticos y como quedó expresado en la formulación de productos de limpieza.
También se lo usó en sistemas de refrigeración.

En su molécula los tres átomos de hidrógeno se unen al nitrógeno por sendas uniones covalentes simples, quedando un par de electrones libres en el nitrógeno. Esos electrones pueden ser cedidos en una unión con otro átomo, por ejemplo de hidrógeno formándose un catión amonio. El amoníaco se comporta como una base.