lunes, 24 de enero de 2011

La supremacía de la UBA.


























Siempre la valoramos y la defendimos. La destacamos como la mejor. En algunas, muy pocas carreras tienen alguna competencia de alguna universidad privada, pero siempre a la zaga, y en otras, no existe ni siquiera quien se le acerque.

Nos referimos a la Universidad de Buenos Aires (UBA). Tres Premios Nobel de Ciencias, miles de egresados trabajando en el país y en el mundo, algunos miembros de renombradas academias de ciencias y de prestigiosas instituciones internacionales.

Eso no implica que algunas de otras casas de estudios del país, muchas de ellas privadas, tengan docentes de primer nivel, incluso que también dan clases en la UBA.

Y que haya alumnos que hacen un gran esfuerzo para cursar en ellas, trabajando para pagar sus cuotas y concurriendo a ellas en algunos casos por tener horarios más flexibles.

Y eso que la UBA bajó su posición en los rankings internacionales que se hacen sobre las mejores universidades del mundo.

La pregunta es ¿por qué no hay casas de estudios privadas de primerísimo nivel en nuestro país? No hay un equivalente de Harvard, Stamford, Yale, Princenton.

Muchas instituciones se autoelogian, se adueñaron de palabras como excelencia, nivel educativo, bla bla, bla.
La UBA no dice nada de eso. Sólo se dedica a su función. Y los adjetivos que pueda tener serán a través del desempeño de sus egresados, del nivel de sus profesores, y del concepto que de ella tiene la opinión pública. En este último caso es algo que se refleja en las noticias que originan esta entrada.