sábado, 16 de julio de 2011

Subsidios.










Algunos candidatos de la última elección porteña plantearon la quita de subsidios a colegios privados y el traspaso de esos fondos a escuelas estatales.
En realidad es un tema que permanentemente está en debate.

En algo estamos de acuerdo: debe incrementarse el presupuesto hacia los colegios estatales. Sí bien luego de los acontecimientos del año anterior, se produjo alguna mejora en la situación, sobre todo edilicia, de esos establecimientos, todavía falta mucho. Además que no sólo en ese aspecto se debe invertir.

Pero volvamos al tema que nos trae ¿es negativo que se subsidien colegios privados?
Todos los que leen este blog saben de nuestra preferencia por la educación estatal. Pero hay colegios privados de cuotas accesibles en donde concurren miles de alumnos de escasos recursos.

El fin de muchos de esos colegios no es el de lograr ganancias, sino el de mantener una parroquia, o el de dar trabajo como en el caso de las escuelas cooperativas.
Además todos son más fuentes de trabajo para los docentes.

En lo que sí muchos no estamos de acuerdo es que el estado entregue subsidios a colegios de cuotas muy altas,que pertenecen a universidades o instituciones muy importantes, muchos de esos colegios tienen población de alto nivel adquisitivo. Esto que se comenta es información pública y se puede verificar en la página del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sección Educación Privada, subsidios.

Aclaramos que el subsidio cubre los sueldos de una planta funcional básica, y que su monto determina el valor de la cuota mensual que se le cobra al alumno. Y se aclara también que hay escuelas que no reciben subsidios.

Ahora otra cuestión: los subsidios los paga el estado, con dinero de todos los contribuyentes. El ministerio de Educación del gobierno entonces debe disponer que esos establecimientos contraten educadores utilizando los mismos listados que usan las Juntas de Clasificación para los cargos y horas cátedra de escuelas estatales. No es posible que en algunos de esos colegios sólo trabajen las personas amigas del mismo y no cualquier docente,que como se dijo en muchos casos sí se trata de habitantes de la ciudad de Buenos Aires, financian a esas escuelas con sus impuestos.

Conclusión: no estamos en contra de los subsidios, estos deben ser para las instituciones sin fines de lucro, se debe controlar la contratación de personal como se lo hace con los colegios estatales y por supuesto en estos últimos establecimientos la inversión debe ser la óptima.

El fragmento que antecede esta entrada corresponde a Lanacion.com del 08/07/2011.