sábado, 2 de abril de 2011

Plantas nucleares.

Una cuestión que vuelve a los primeros planos por la desgracia del terremoto y tsunami en Japón y sus efectos en las centrales nucleares niponas, en especial la de Fukushima.
No es nuestro objetivo explicar que ocurrió. Los medios de todo el mundo lo hacen en detalle.
El posible escape radiactivo pareciera que no tiene la magnitud del de Chernóbil (el peor desastre nuclear en tiempos de paz de la historia).
Pero todavía no está clara la magnitud del accidente en las plantas japonesas. Al escribir esto se habla que se detectaron cantidades importantes de radiación nuclear en zonas distantes a Japón que la nube radiactiva daría la vuelta al mundo pero sus consecuencias no serían graves.
También hay que mencionar que la cobertura de la prensa brindó noticias muy dispares, desde pronósticos tenebrosos hasta tranquilizadores, estos últimos por parte de expertos, de propios residentes de la zona y de ciudadanos japoneses. El tema de la energía nuclear otra vez en el tapete.
Para sus detractores los sucesos de Japón es un llamado de atención muy fuerte. Para quienes defienden su uso, los peligros de la energía nuclear se pueden prever tomando las medidas de seguridad adecuadas.
Como dijimos en una entrada anterior los accidentes nucleares son muy impactantes.
No sólo por el número de víctimas que provocan sino porque las consecuencias de los mismos en cuanto a peligrosas emisiones radiactivas que perduran casi eternamente.
Pero también pensemos que la dependencia de los combustibles fósiles llevó al mundo a lo que es (aumento del efecto invernadero, calentamiento global, fusión de glaciares, alteraciones en el ecosistema, extinción de especies, etc).
Y también provocan dramas ecológicos, sociales, climáticos la construcción de grandes represas hidroeléctricas.
Es entonces que los científicos y dirigentes del mundo deben debatir seriamente sobre el futuro energético del mundo lo que incluye el tema del uso o no de la energía nuclear.