viernes, 16 de octubre de 2009

Dos Premios Nobel Argentinos y un Gran Profesor.




Cuarto año del profesorado de Química en el Instituto Nacional Superior del Profesorado “Dr Joaquín V Gonzalez”.
Era 1984 y un esperanzador aire respiraban nuestros pulmones: estábamos en democracia y con un gobierno que nos daba muchas expectativas positivas.

En un momento de una de las primeras clases del año entran los rectores normalizadores, quienes ocupaban el cargo mientras se reorganizaba el sistema que llevaría a la elección democrática de las autoridades del Instituto.
El profesor que nos estaba dando clases en la materia Fisicoquímica de 4to año (Termodinámica, Equilibrio Químico, no confundir con los elementos de fisicoquímica iniciales en el estudio de estas ciencias en el secundario) les comenta a las provisorias autoridades (obvio que no recuerdo exactamente pero en esencia era una frase más o menos así) “Yo fui miembro del Consejo de Ciencias Exactas en la Noche de los bastones largos, debí irme del país y estuve en Harvard trabajando e investigando. A los visitantes del aula se les notaba la admiración.
Era el Dr Naum Mittelman un profesor sencillo, humilde y grandioso en el aula. Que podía hacer que el tema más difícil lo entendamos sin dificultades y enseñando en un ritmo universitario. Un verdadero lujo.
En ese mismo año, obvio en estudiantes de profesorado de Química, nos conmovimos con el premio Nobel de Medicina otorgado a un Químico, egresado de Exactas, el Dr Cesar Milstein.
La tarde de ese suceso le pregunté ingenuamente ¿Lo conoce a Milstein?
¡Fue mi alumno en Exactas! respondió el Dr Mittelman con un justificado orgullo.
Con el tiempo supe, él nunca lo había comentado porque dedicaba el tiempo a sus clases en un ciento por ciento y no a hablar de sus laureles, que fue uno de los pioneros de la Fundación Campomar junto a uno de los más grandes científicos argentinos: el Premio Nobel de Química 1970 Dr Luis Federico Leloir. Ambos trabajaron juntos desde los tiempos en que la Fundación ocupaba una casa en la calle Julián Alvarez.

Y para terminar una anécdota: en una clase nos dice:” les voy a dar unos puchitos, una serie de pequeñas acotaciones de varios temas. Y ya que estamos, a ver sí alguien encuentra el significado de ese término pucho”.
Ya en casa lo busqué, es una palabra quechua y se refiere al resto de algo, a una pequeña cosa. Y lo interesante que hay muchos términos en ese idioma que utilizamos como cancha o el erróneamente creído como del lunfardo pilcha.
Por supuesto se lo comenté al Dr y el muy interesado y contento me dijo”hoy Ud me enseño algo a mí” Por supuesto que yo quedé infinitamente feliz.

El Dr Naum Mittelman un grande de la Educación y de la Ciencia Argentina.