miércoles, 7 de octubre de 2009

Consejos que no nos interesan.


Cada tanto mencionamos las frases, consejos y demás, de aquellos que tienen títulos, cargos o que se dedican a referirse a cuestiones educativas, pero que nunca se mancharon la mano con una tiza (o se ensuciaron con tinta de un fibrón en colegios un “poco más modernos”).
Esos que escriben artículos o libros supuestamente sobre temas educativos, los que cada tanto inventan palabras (pareja pedagógica, repitente, áulico, etc).
Y esos que nos explican cómo debe ser nuestra tarea.
Obviamente que no se cae en la injusticia de la generalización, es un grupo grande pero no todos, he conocido gente muy valiosa e importante cómo guía y asesora de nuestra tarea. Por nombrar alguno, Hugo un asesor pedagógico de primer nivel de un colegio estatal de la zona de Caballito.

Pero volviendo a lo anterior, uno de los sabios consejos de esta gente es ”Las clases tienen que ser divertidas”.
Obvio que es lo que todos deseamos ¿Pero cuántas personas se divirtieron aprendiendo en sus clases del secundario?

Seguro que una clase monótona, pura exposición, sin recursos gráficos, experiencias, participación activa del alumnado, analogías con la vida cotidiana, será aburrida.
Pero nada garantiza, ni tiene necesariamente que ser una buena clase divertida ¡Será la cultura de la multimedia! Vemos en TV los noticieros que informan sólo un pequeño porcentaje de su tiempo, lo demás son informes pseudo humorísticos. Imitadores en casi todos los programas periodísticos de radio. Secciones de chimentos en casi todos los diarios.
Primero la diversión.
Cuándo UD estudiaba amigo internauta ¿se divertía?
Contesto con mi experiencia, no era precisamente un goce intelectual el estudio, pero el placer en entender un tema, en resolver correctamente un problema, en recibir una prueba con una buena calificación, eso sí era una gran satisfacción que compensaba el esfuerzo y la no diversión que significaba en llegar hasta esos resultados. Y lo más grande de todo: el camino cumplido, el recibir un título.
Y para divertirse había y hay muchas opciones una vez superadas las a veces aburridas y densas exigencias de los estudios, pero que sí las cumplimos con éxito nos llenan más que con diversión con una gran felicidad.
(Post dedicado a todos los seguidores, los formales que tuvieron la deferencia de registrarse aquí a la derecha y también a los amigos y compañeros que siempre me hacen comentarios, sugerencias, críticas -en este caso interesan y mucho-y sobre todo se toman el trabajo de leer cada entrada, como Alicia Zabala, Jorge Papasaba y Jorge Cernadas ¡Muchas Gracias!)