viernes, 21 de agosto de 2009

Un ejemplo entre miles.


Con Luis hacía 25 años que no nos veíamos. Era un tipo muy simpático y carismático, y sí bien era y es brillante, no era el mejor promedio del curso simplemente porque no tenía ganas de dedicarse excesivamente al estudio y quería disfrutar de la adolescencia como cualquier persona de esa edad.
Recuerdo cuando tuvimos una profesora de Química Orgánica muy joven, unos tres años más que sus alumnos (en 5to año). Era un colegio Industrial y seguro que ella llegó a la escuela con el prejuicio de encontrarse con una manga de matones. Pero eramos chicos buenos y muy respetuosos. Por supuesto que esa profesora no gozó de nuestra simpatía¿Y cuáles eran las represalias del curso?¿Hacer lío? ¿Ir a quejarse al Director? No ese no era nuestro estilo.
Luis en particular tuvo esta actitud: “Este fin de semana voy a leer el libro (hablamos de 5to Industrial, y ya son temas de nivel terciario) y le voy a hacer preguntas difíciles para que pase un mal momento……….”
¡Qué bueno sería qué nuestros alumnos nos “castiguen así”!
Hoy Luis es un experimentado Licenciado en Química egresado de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, tal vez la facultad más prestigiosa de la Argentina. En el principio del gobierno de la “Revolución Productiva” perdió su trabajo y emigró a los EE.UU.
Revalidó su título y entre muchos postulantes ingresó a la City (Municipalidad) de Los Angeles en el sector Medio Ambiente. Trabaja sobre el tratamiento de efluentes cloacales y realiza exposiciones en los colegios de la ciudad. Cuando lo tomaron no interesó su origen, simplemente fue el mejor entre los aspirantes. Y aunque no olvida sus orígenes, amigos, su país natal; ya está establecido con su familia y es muy difícil que vuelva .
El ejemplo de Luis Alberto Durruty es repetido por miles de profesionales argentinos ignorados y dejados ir por nuestro país y recibidos con los brazos abiertos por otras naciones que valoran el talento y la inteligencia.