sábado, 18 de diciembre de 2010

La lucha contra la xenofobia y el rol de la Escuela.













Lamentablemente el tema de la xenofobia y del racismo estuvo presente en estos días en la ciudad de Buenos Aires.
Pero no trataremos la cuestión de la usurpación del espacio público o privado que es repudiable y debe evitarse.

Lo que queremos remarcar acá que está relacionado con el blog, el nivel de intolerancia, racismo, xenofobia, agresividad que hay en una importante parte de la población que incluyen jóvenes y adultos.

Así en internet se podían leer insultos de la peor calaña, de personas jóvenes, estudiantes, todos esos comentarios xenófobos y alguno de ellos hasta haciendo apología del nazismo.

La verdad que como decimos en nuestro país uno está curado de espanto, pero es común escuchar en todo tipo de conversaciones de “personas cultas” expresiones racistas, xenófobas, antisemitas, homofóbicas, etc. Ahora sí: esas personas son (según ellas mismas) una especie de reserva moral de la Nación.

Hay que reconocer que las personas que hacen gala de tan reprobable ideología no son la mayoría, pero son unas cuantas y así se educan sus hijos destilando ese veneno en esa primera escuela que es el hogar.

Y esas personas discriminadoras y racistas son hijos o nietos o biznietos de inmigrantes, pero claro en su mentalidad hay inmigración buena y mala. Las de sus antepasados es la buena, la de europeos que vinieron a trabajar. La actual, la de los países limítrofes es en la mentalidad de esta gente “la inmigración mala”.”No vienen a trabajar” según “ellos.

Todos conocemos y leemos en los diarios, el maltrato que sufren nuestros compatriotas que llegan a otros países supuestamente con mejor situación económica (hasta hace algunos meses, ahora están pasando por un muy mal momento).Que triste, en estas tierras se les abrió las puertas a miles de nacidos en esos países.Somos para ellos, en su mentalidad de "nuevos ricos"(aunque ahora habría que anteponerles la palabre ex)"sudacas". Sudacas que recibieron a miles de sus compatriotas en épocas muy terribles de su historia.

En muchos colegios de la ciudad, sobre todo públicos es muy variado el origen de sus alumnos. Y el profesor además de enseñar su materia debe promover el respeto, tolerancia y convivencia y debe poner los puntos bien en claro cuando se produce una situación ofensiva de uno o unos alumnos hacia otro u otros por causa de su color de piel, origen, nacionalidad, religión. Y las situaciones de dominio público como las comentadas al principio (la toma del parque), potencian esas lamentables actitudes en la sociedad en general y en las escuelas en particular.

Es algo muy importante y se puede y debe trabajar de manera firme: no responder esas detestables ideas sólo con sanciones (aunque la falta la amerite) que muchas veces no conducen a ningún cambio. Hacer razonar al alumno de su error. Idear estrategias que impacten en la forma equivocada de pensar de los alumnos. Que mejor ejemplo que la del juez que a tres jóvenes quienes violaron la ley antidiscriminatoria con agresiones nazis hacia un joven judío, que en vez de condenarlos a la cárcel los obligó en su sentencia a recorrer el Museo del Holocausto dándole el juez mismo una clase sobre la barbarie nazi.

Y sobre la intolerancia juvenil, una necesaria e imprescindible tarea de los padres en educar para evitar o revertir esas conductas. Porque muchas veces el comportamiento antes mencionado de los adolescentes, como dijimos anteriormente, está influenciado por lo que escucharon en sus casas desde muy niños.



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