sábado, 19 de junio de 2010

La educación cuando es (mala) noticia.


Ataque incalificable registrado por las cámaras de televisión a un transeúnte, por parte de alumnos que protestaban en la calle por falta de calefacción en su escuela.
Profesor que habría sacado un arma apuntando a un alumno que en su clase se dedicaba a escuchar música por teléfono.

Una madre que golpea a una maestra porque presuntamente ésta habría maltratado a su hija.

Colegios en estados deplorables, sin estufas o sin gas, con baños destruidos con graves riesgos sanitarios.

Esto es solo una muestra de las noticias relacionadas con la educación en estos días.

Algunos comentarios al respecto:
Pareciera que se hace todo lo posible por ahuyentar a los alumnos de la escuela pública.
Ya en los últimos años tuvo bastante repercusión negativa los paros docentes, por reivindicaciones que benefician con justicia a todos los docentes (de colegios estatales y privados).
Pero los gremios y los docentes percibieron que su protesta era contraproducente y se esforzaron en evitar las huelgas en muchos distritos. Privándose de un modo legítimo de protesta ante el no cumplimiento de requerimientos básicos.

Y en cuanto a todo lo comentado hay un tema que atraviesa todas las situaciones: la falta de reglas claras de disciplina. Para todos los miembros de la comunidad educativa: alumnos, docentes, padres. Y ello es lo que trae como consecuencia hechos como los comentados.

Recuerdo una situación que presencié hace unos años: una rectora entró a la sala de profesores en un recreo y le recriminó a una profesora que haya dejado depositado en la rectoría un walkman que le había sacado a un alumno que lo estaba usando en clase ¡Vos sabés que puede desaparecer de rectoría y el lío que puedo tener! le dijo palabra más palabra menos. Es decir esa era su preocupación y no que un alumno infrinja las normas de convivencia y no permita el trabajo de su profesor.

El uso de celulares por parte de alumnos y también de docentes es un hecho que ya se está volviendo una plaga que no se puede combatir. El temor de quitar un celular a un alumno y este luego denuncie al profesor por apropiarse momentáneamente del mismo, hace que justamente no se haga nada.

¿Sí se comprueba que alumnos de un colegio agreden a un ciudadano en la puerta del colegio, que más se requiere para sancionarlos? Que suceda algo así nos da vergüenza a todos los docentes del país y pedimos disculpas, aunque no sea de nuestra responsabilidad el grupo de personas que produjeron esos desmanes.
Pasados unos días los estudiantes fueron quienes pidieron perdón públicamente por su proceder. Buena noticia.

Por otra parte ¿es tan difícil o tan caro para una ciudad rica (en cuanto a sus ingresos) poner en buen estado las escuelas bajo su jurisdicción?

¿Qué se puede esperar del comportamiento en el futuro de un niño o niña que ve como su madre agrede a una de sus maestras?

Reglas claras, sanciones para quienes las trasgreden. Respeto a las personas.

Cumplir con el mandato de dar una educación de calidad.

Y así la escuela pública será lo que nunca debió dejar de ser.