viernes, 4 de junio de 2010

El CBC en la visión de algunos de sus alumnos.


Diario La Nación, domingo 23 de mayo de 2010. Nota sobre el CBC (ciclo básico común de la Universidad de Buenos Aires).Opinión de siete alumnos a dos meses casi de su inicio y pasado el primer parcial. En general elogios hacia el nuevo ciclo en el que estudian y críticas al secundario. Se valoriza la universidad pública enfatizando que es inoperante en lo burocrático, aquello que no ocurre en las universidades privadas.

En cuanto a la secundaria que es lo que atañe principalmente a este blog algunas reflexiones:
Reafirmamos nuestra principal hipótesis: el infantilismo, la culpa de mis males la tienen lo demás, yo no tengo nada que ver.
De las fallas y limitaciones del secundario somos los primeros en asumirlas. Pero los alumnos ¿no tienen ninguna autocrítica?
Supongamos que el primer año, o si quieren el segundo del ciclo medio también, son aun personas que poseen características de alumnos de primaria ;ya a los quince, dieciséis o diecisiete años (o más) ¿no son demasiados grandes para no hacerse responsables de su rendimiento?
Que pasen días y días pensando en su viaje de egresados, en su fiesta de egresados, que se plieguen como manada a rateadas como las comentadas en este blog, para no tener clases¿es culpa de los profesores? O tal vez para algunos padres o para algunos “especialistas en educación” eso es causa de esas clases “que no son divertidas y no atraen a los alumnos”.

Claro que cuando la situación viene dura, o estudias o quedas afuera-como lo es en la UBA-ahí uno madura de golpe.

Y porque no esa actitud en el secundario: políticamente no conviene que alumnos queden fuera del colegio por no poder seguir el nivel de exigencia. Sería expulsarlos del sistema. Algo que en la universidad cambia radicalmente, porque de lo contrario bajaría el nivel y se depreciarían los títulos.

Y tal vez nada más por destacar, sólo que los alumnos elegidos para la nota (siete de los sesenta mil que cursan el CBC) son una muestra ínfima para conocer en forma representativa el pensamiento de todo el conjunto.

Y un último dato que quiere dar cierta simpatía: “los chicos” descubren que hay cursando en las facultades, especialmene en los turnos vespertino y nocturno, personas grandes, hasta algunos “de 40 años”. Seguramente estos últimos haciendo un esfuerzo importante y digno de destacar, con mucho màs dificultades que los no tan juveniles cursantes de 18 años.

Habrá que ver que edades tendrán ellos al terminar-sí así lo logran-sus estudios universitarios.