sábado, 8 de mayo de 2010

Rateada.


(Por las dudas sí algún amigo de Latinoamérica no conoce la expresión bien argentina, ratearse es no entrar al colegio y pasar el tiempo de clases en otro lugar hasta regresar a casa y dar la imagen ante los padres de haber tenido un día normal de clases).
En otras épocas era un acto de audacia, podríamos decir. Tenía algo de romanticismo.
Era generalmente para escapar de una lección (sí era prueba escrita eso significaba un uno seguro) o simplemente no tener ganas de ir al colegio. Un gran porcentaje de personas adultas lo habrá hecho alguna vez. Y hasta tal vez lo recuerde con nostalgia.
Sí ibas al colegio en turno tarde el lugar seguro para pasar esas horas era el cine ¡Existían los cines de barrio y podías ver dos o tres películas!
Eso sí era una vez o muy de vez en cuando y ni acercarse a la escuela y que alguien te vea. La sanción menor era una doble falta y un aviso a los padres. Pero tampoco terminaba en algo tan tremendo, en muchos casos los padres con severidad pero sin histeria nos persuadían de no repetir esa conducta.

Y en estos días que pasó que traemos este tema: una mega rateada (valga la expresión) en Mendoza. Se convocó por Facebook y reunió a miles de alumnos.

Y ahora las reflexiones:
¡Qué proeza no! ¡Qué orgullo para sus organizadores…………………..! Pensar que en otras épocas aparte de esa o esas ausencias-rateadas al colegio había chicos idealistas que luchaban por sus derechos en los centros de estudiantes o pedían que se les permitiera agruparse en ellos. Estaban los que ayudaban en los barrios de emergencias. O quienes cumplían alguna misión social humanitaria. (Obvio que aunque en mucho menor medida todavía quedan jóvenes como esos).

¿Y qué se debe hacer con respecto a la rateada? Seguro que “todos los especialistas en educación“ dijeron o dirán algo al respecto. Sí esos que como decimos a menudo en este blog, nunca pisaron un aula desde que terminaron el secundario.

Y que opina uno que como miles de otros siempre está pensando sobre educar.
Es un hecho infantil, pero muestra la debilidad del sistema. Un "hoy no entramos" de toda una división era lo máximo que se podía hacer en esas épocas comentadas.Eso era una vez y los estudiantes sabìan que habrìa alguna consecuencia.Pero nunca una ausencia de un colegio entero, y menos una coordinada de decenas de colegios.

Cada colegio debe evaluar la medida a tomar. Esperemos que no sea un: se portaron mal, no lo vuelvan a hacer. O que se culpe a los docentes, cuyas clases aburridas calificadas así por muchos de esos “especialistas” antes mencionados, provocan el "desgano de los alumnos".

Pensar en lo serio de la situaciòn generada,cualquier accidente que hubiese ocurrido se les haría responsable al colegio por más que los alumnos ni ingresaron.

¿Y el sitio de Internet que fue vehículo de esta convocatoria? Hay muchas cosas para criticarle pero hay que reconocer que no es el responsable. Fue una herramienta usada para ese fin. Ya comentamos que muchas cosas de estos sitios no nos gustan. Pero que pueden ser útiles para otras cuestiones positivas.

¿Y los padres? Seguro que le echaran la culpa a los colegios, al sistema educativo. Y ellos ¿qué control tienen sobre sus hijos?
Claro echar la culpa al otro y no asumir su propia responsabilidad es lo más cómodo.

Y bueno seguramente las mentes brillantes que organizaron esto, sentirán un gran orgullo. Sabrán seguro (o no) que miles de adolescentes como ellos no se pueden ratear simplemente porque no pueden ir al colegio por cuestiones económicas, sociales, familiares.
Yo me acuerdo de esos chicos idealistas de hace unas décadas, muchos de ellos se jugaron y perdieron la vida por esos ideales en èpocas sombrìas de nuestro paìs. Los recordamos con mucho respeto.

Y bueno por ahí un día las cosas mejoran.



La imagen corresponde a una nota de www.pagina12.com.ar del domingo 2 de mayo de 2010.