miércoles, 2 de diciembre de 2009

"Predicciones".


Cada tanto uno recibe esta pregunta ¿De qué signo es? Y por cortesía contesta. Pero a continuación aclara: no le doy la mínima importancia a esas cuestiones.
¿Qué es lo que hace que millones de personas sigan los horóscopos?
Será el pensamiento mágico, o tal vez que ellos dicen lo que la gente quiere escuchar.
¿Es malo que una persona se interese por su signo todos los días?
Obviamente que no. Pero lo peligroso es que sus acciones se basen en ellos y no en lo que indica el sentido común.

Es nuestra misión como profesores de ciencias duras ayudar a los alumnos a comprender la nula validez de estos enunciados desde el punto de vista epistemológico.
Los chicos son muy receptivos de ellos, como de las “predicciones” mayas, de Nostradamus, y de todas esas historias que aparecen de tanto en tanto.
Que les guste y se interesen por lo que “vaticinan” no es criticable, como no lo es leer una novela o ver una película de “ciencia ficción” (por otra parte dos palabras incompatibles).
Pero el peligro es que acepten como verdades los enunciados de las llamadas pseudociencias a las que el célebre epistemólogo Mario Bunge definió como” un conjunto de macanas que se vende como ciencias”.

El sitio web del diario madrileño ABC se refiere en el artículo que encabeza esta entrada a la predicción más escuchada en estos días. Para ello enumera muchos antecedentes, muchas proclamaciones de “fines del mundo” pronosticados en todos los tiempos. Así se menciona que ya en el año 800 Beato de Liébana predijo el final, y hasta se comenta que algunos afirmaron que el Gran Acelerador de Hadrones del que tanto se habló en este último año, causará un desastre terminal. En el medio está Nostradamus, las consecuencias del acercamiento del cometa Halley, la llegada del año 2000 etc etc. Todo ello relacionado con una supuesta predicción maya acerca de una debacle mundial para diciembre de 2012. La cual fue aprovechada por Hollywood para filmar una alegórica película.

La escuela es un medio muy importante para enfrentar toda esta charlatanería. Y sí todas estas cosas tienen algo de positivo es que pueden servir de argumento para analizar como fundamenta una ciencia experimental sus afirmaciones, como se convalida una hipótesis, una ley. Y cuando una predicción es científica o no.

Ideal cuando los alumnos empiezan el estudio de ciencias empíricas como Física y Química.

Y volviendo a quienes nos apabullan con esas incalificables historias: sí quieren preocuparse por algo lo tienen, uno de los más grandes problemas del planeta tal como lo comentamos en la entrada anterior es el calentamiento global. Esperemos que la cumbre de Copenhague llegue a acuerdos que permitan por empezar, dejar de aumentar la concentración de gases de invernadero. Y estos sí que son cuestiones reales y que merecen gran atención.