sábado, 19 de diciembre de 2009

Los últimos cien años de Educación en la Argentina.




En estos años se cumplieron los centenarios de varias instituciones educativas de la Ciudad de Buenos Aires.En el que está terminando fue el caso del colegio Normal n°5 en cuyo edificio funciona también el Liceo n°3 en el turno de la tarde.
Edificio que ocupa toda una manzana cuyo frente tendrá unos 200 metros limitados por las calles Arcamendia y Coronel Rico, en el barrio de Barracas.
Pero lo que viene al caso es resultado de una charla que teníamos esperando el comienzo de un acto en el edificio antes mencionado, con el amigo y compañero Sergio Silvestre profesor en colegios y profesorados de la Ciudad: Hace cien años se construyeron edificios como el nombrado (entre tantos otros) y hoy el gobierno publicita, como un logro importante, que en tantos colegios (no recuerdo el número, son bastantes) se hicieron tales reparaciones. Todo un síntoma de nuestros años y una muestra de la diferencia entre dos épocas.
Uno por su profesión conoce otros colegios de la ciudad. Por ejemplo es impresionante por nombrar alguno el salón de actos del Hipólito Vieytes de Caballito. Al nivel de cualquier teatro de la calle Corrientes.Y así podemos mencionar el del Normal 6 de Palermo o el del Colegio Técnico Brigadier Saavedra de Lacarra y Directorio.
Aulas amplias, laboratorios espaciosos, hasta algunos como el Comercial “Dr Joaquín V Gonzalez” con pileta de natación.
Y todo ello se daba en una época dominada por gobiernos conservadores, todavía en los años del “fraude patriótico”.
Pero algo es de destacar: Había un Proyecto de País. Se valoraba la Educación Pública, ella era la que iba a integrar y formar a toda la gente que vivía y la que estaba llegando en gran cantidad al País.
Esa educación pública en la que casi todos nos formamos y de las que nos sentimos orgullosos.
El tiempo pasó. Esos conservadores se transformaron con el tiempo en otros en dónde la Educación es un gasto. En los noventa los colegios son trasladados administrativamente de la Nación a cada una de las Provincias y a la Ciudad de Buenos Aires, con el argumento de hacer más eficiente su administración (es decir que el estado central baje su gasto y que se arregle cada estado provincial). En nuestro País hay provincias muy pobres en dónde los sueldos de los docentes son miserables.
Y así estamos. Escuelas con edificios en problemas en los últimos años (o décadas), sueldos bajos, desvalorización de la tarea docente, emigración de los alumnos hacia la educación privada, que no es mejor que la Estatal pero garantiza que sus docentes no harán huelgas. Y saben una cosa en muchos, por no decir todos, los colegios privados especialmente los más vinculados a empresas, no se hacen huelgas por temor del docente a ser despedido, por recomendaciones en tal sentido que se hacen en reuniones de personal .Y la mayoría de sus docentes concurren a clase esos días pero su corazón está con el reclamo del conjunto.
Y es ahí en dónde toma ventaja la escuela pública: a nadie se lo persigue por esa forma de expresarse.
Y cuando se llega a la triste determinación de realizar un paro es por el bien de toda la comunidad educativa. Y las mejoras que se logran en algunos casos a raíz de esas protestas las gozan también los docentes de esas escuelas mencionadas unos renglones antes. Y por supuesto que los principales beneficiados son los Alumnos de todos los colegios.
Tal vez alguna vez volvamos al espíritu de hace cien años en cuanto a Educación.Por el bien de Todos. Por la grandeza de nuestro país. Ojalá que así sea.