jueves, 10 de septiembre de 2009

Domingo Faustino Sarmiento. Día del Maestro.


Cursaba un grado de la primaria en la Escuela n°7 de Avellaneda, ubicado por entonces en la calle Italia de esa localidad. Colegio público, pequeño, humilde y excelente como muchas escuelas de la época.
Un chico me dice un día en el aula algo así:”le tenés que tener bronca a Sarmiento, por culpa de él estamos en el colegio………” No fue la intención de mi compañero, pero mejor elogio no podía haber expresado.
Tal vez ese chico estaba influenciado por las ideas políticas dominantes en esos años, que repercutían en los hogares y que no veían con simpatía a Sarmiento.
A pesar de los cuestionamientos su figura fue agigantándose con el tiempo y hasta fue valorado por parte de esos sectores que antes lo aborrecían.
Pero en algo podemos estar todos de acuerdo: tenía una visión de futuro, un proyecto de País. De ahí su saludable obsesión por la Educación.
En nuestros días, siempre lo mencionamos en este blog, parece que esa no es una cuestión primordial.
Queda bien para el discurso, especialmente en candidatos antes de elecciones. Pero no nos engañemos, tampoco a la gente le interesa mucho.
En general se critica mucho la educación, pero se hace poco por ella. Las clases medias altas sólo se interesan por sus situaciones particulares. Es enorme la cantidad de personas que no terminan sus estudios primarios y secundarios. Y que hablar de la universidad, la misma ya es de casi imposible acceso para los más humildes en un país donde no existen las becas y estudiar es muy costoso en libros y materiales.
En la escuela de Sarmiento íbamos el pobre, el de clase media y el de familia rica.
Y todos éramos tratados de igual forma. Los padres no iban a quejarse por una mala nota, todo lo contrario, la reprimenda de ellos era para sus hijos.
Y del Maestro en general; docentes, profesores que más se puede decir. Que sí la Sociedad los sigue desvalorizando las carreras de profesorado se van a ir vaciando cada vez más.
No toleran muchos ciudadanos, no todos obviamente, que defiendan sus derechos, no sólo salarios acordes sino también instalaciones en buen estado, becas para los alumnos más necesitados, buenas condiciones de trabajo, capacitación en servicio, etc. Ya mencionamos en una entrada anterior y refutamos algunos de los mitos de mucha gente acerca de los docentes y su tarea.
El docente realiza sólo un porcentaje de sus tareas en el aula. Además corrige, se capacita formal e informalmente, organiza salidas didácticas, invitaciones a disertantes, prepara clases especiales, ferias de ciencias, etc. También cumple una función social de contención en los colegios donde hay más necesidades básicas insastifechas.Y cuando hay elecciones es llamado a ser autoridad de mesa, participa en los censos de población, etc. Y este año cómo es de dominio público, fue junto a los profesionales de la salud uno de los trabajos de mayor exposición en la epidemia de gripe A.
Ojalá que la gente un día se interese tanto por la educación. Ella está presente en todo: en quienes nos gobiernan, en quienes nos curan, en los que nos protegen.
¡Qué bueno sería qué apareciere dirigiendo nuestros destinos un nuevo Sarmiento!
¡Feliz Día para todos los Maestros!