sábado, 24 de septiembre de 2011

Pasantías.
















El Poder Ejecutivo Nacional promulgó el decreto que regula las `pasantías de alumnos de los últimos años del secundario en el ámbito laboral.

La norma establece un máximo de horas semanales (veinte) y una duraciòn para la pasantìa, mìnima de cien horas y màxima de seis meses. Las pasantías no serán rentadas y los estudiantes-trabajadores recibirán los beneficios del resto de los trabajadores como viáticos, refrigerios, descansos, etc.

Cabe destacar que algunos distritos ya tenían un régimen de pasantías. Entre ellos la Ciudad de Buenos Aires, el plan Aprender Trabajando en donde los alumnos reciben un sueldo de 800 pesos.

El tema es tratado por los medios y se genera una polémica (siempre presente) sobre la conveniencia o no de esta modalidad.

Como bien declaran algunos educadores, el sistema tiene beneficios y perjuicios.
Entre los primeros está que el joven se va adaptando al mundo laboral, sus reglas, sus responsabilidades.

Además al terminar el secundario lo hace con experiencia y ritmo de trabajo, por lo que le va a ser más fácil insertarse ya como trabajador activo en el mundo laboral.

Y por supuesto como el nombre del programa porteño mencionado, aprende mucho in situ, en el lugar del trabajo. Algo muy importante.

En cuanto a las dificultades es cierto que el nivel en el colegio en general decae.
Sabemos que ya el hecho de ocupar unas cuantas horas del día en concurrir a un trabajo hace que el estudiante tenga muy poco tiempo para el estudio. Y es comprensible porque están muchas veces exhaustos. Podemos dar fe de excelentes alumnos que por trabajar, por necesidades económicas, disminuyen notablemente su rendimiento.

En fin habría que analizar cómo organizar las pasantías para que no afecten el rendimiento del chico en el colegio a la vez que pueda aprovechar de todos los beneficios que este sistema le brinda.


Encabeza esta entrada un artículo de clarin.com del 20/09/2011 .