jueves, 26 de enero de 2012
Cambio climático, calor, temperatura.
Un tema que está muy relacionados con la vida real (en realidad todos lo están) y que puede resultarles muy interesantes a los alumnos.
Y que se pueden estudiar en un curso de Elementos de Fisicoquímica.
Calor y temperatura. Relación entre ambas. Unidades. Explicar que es la caloría, unidad que en los alumnos está asociada al contenido energético de un alimento.
También se puede explicar porque las casas antiguas tienen techos tan altos. Y porque usar ropas claras en verano, aunque también se puede justificar el uso, comentado en algunos libros, de ropas negras de beduinos del desierto.
El efecto invernadero del que tanto se habla y sí realmente cómo se dice este explica porque sí un coche está al sol del verano y con los vidrios cerrados, al entrar en él se tiene la sensación de haber ingresado al infierno. (Justificación muy difundida pero errónea).
Podemos hablar del dicho popular “frío no existe” y porque se calienta muchísimo más un trozo de hierro que igual masa de agua cuando están sometidos uno junto al otro a los rayos solares. Y de esa manera relacionar porque en regiones mediterráneas rodeadas de mares el clima es más moderado con temperaturas no tan altas como en regiones continentales alejadas de mares y ubicadas en latitudes similares.
Como varía la temperatura con la altitud, explicando el fundamento de la ley que relaciona presión con temperatura.
La confusión que origina el término sensación térmica, cuando se lo representa con un valor de temperatura, originando una dualidad en valores que como dijimos confunde.
Y por último, aunque da para más definir qué es un clima tropical. ¿Por un mes con altas temperaturas ya se puede hablar de clima tropical?
Para todo esto se pueden organizar actividades intercurriculares con profesores de otras asignaturas como Geografía.
Como se ve queda descartado aquel argumento muy utilizado que la enseñanza de las ciencias físico químicas muchas veces se aleja de la realidad.
(La imagen que antecede esta entrada corresponde a clarín.com del 10/01/2012)